viernes, 2 de diciembre de 2011

beauty and the city

Requisitos:
- Participio en el sorteo VIVA de Beter.
- Soy seguidor/a del blog.
- Soy fan en Facebook de Beter. Nombre: Miriam López
- Soy social del Club Beter. E-mail de registro: No me deja completar el registro, pero seguire intentandolo.
- Mi dirección de e-mail es: mirestherlc@hotmail.com
- Mis 3 accesorios de belleza que siempre llevo en mi bolso son:
cacao, crema para las manos (sobre todo si hace frio) y lima de uñas.
Extras:
- ¿He publicado el sorteo en mi blog? Enlace: No tengo blog.
- ¿Soy fan en Facebook de Beauty And The City? Nombre: Miriam López
Añado que el facebook esta hecho exclusivamente para este concurso :)
- ¿He publicado el sorteo en Facebook? Enlace: http://www.facebook.com/profile.php?id=100003275910767&sk=wall
- ¿Soy seguidor/a en Twitter de @BeautyAndThCity? Nombre: Esther_FEM
- ¿He publicado el sorteo en Twitter? Enlace: https://twitter.com/#!/Esther_FEM

sábado, 17 de septiembre de 2011

jueves, 8 de septiembre de 2011

"Imperfecciones" que crean montañas


Hoy me he levantado feliz, o somnolienta, a esas horas aún ni sabes como estás.
He hecho mi visita de rigor al baño y ¡HORROR! Tenía un nuevo visitante en la cara, un enorme monstruo de color rojo comúnmente denominado “grano”.
Sé que es asqueroso hablar de esto pero es que una vez maquillado, tapado y con medio bote de pintura en la cara, me he dado cuenta de la velocidad con la que me dispuse a ocultarlo… solo es algo natural, ¿no? Todo el mundo tiene o ha tenido uno y quien diga que no, lo siento pero miente.
Entonces, ¿Por qué he tenido esa reacción?
Ya una vez en la calle, viendo las caras de la gente, me he dado cuenta de que las chicas vamos tan maquilladas que no parecemos naturales, en absoluto. En cambio, los chicos iban orgullosamente mostrando sus imperfecciones cutáneas (quizá no con orgullo, vale… pero iban al natural)
¿Por qué nosotras vamos siempre tan artificiales? Una cosa es arreglarte para sentirte mejor y otra parecer una Barbie (muñeca que, por cierto, se ha demostrado que si una mujer real tuviera sus medidas no podría mantenerse en pie, pues sus escuálidas piernas no aguantarían su peso)
Pero últimamente no es cuestión de estética, sino de aparentar.
Cada vez se ve mas a niñas que con trece años se están destrozando la piel usando para 6 horas de clase unas 6 capas de maquillaje, ¡una para cada hora!; y no contentas con llevar la piel de color naranja llevan un neceser. Los ejercicios no, pero los potingues para retocarse la segunda piel que se untan no pueden faltar.  ¿¡A que viene esto!? ¿Tan superficial es la sociedad? Pues entonces da muchísimo asco.
En realidad no tapamos imperfecciones, sino la inseguridad. Tememos no dar la talla. Tememos no ser “tan… tan… tan…” que nos olvidamos de ser nosotras.
Todo esto sin hablar de la cirugía estética, tapadera de complejos absurdos e influidos por el “cuerpo diez”, el prototipo de mujer “perfecta” que no hace falta que sea inteligente ni tenga estudios, sino simplemente que sea una “90-60-90”… pero este es otro tema que cada cual tiene su opinión y si ayuda a sentirse a gusto con una misma pues bienvenida sea… (Aun que sigo opinando que el hecho de que para ser feliz contigo misma tenga que haber quirófanos, bisturíes y médicos de por medio es un poquito triste)
Y dicho lo dicho me voy a desmaquillar y mañana Dios dirá.


martes, 6 de septiembre de 2011

¿Avance o retroceso?


La sociedad avanza, eso es un hecho; pero... ¿avanza igual en todos los aspectos?
No me refiero al avance de las nuevas tecnologías, coches con mil caballos de potencia, métodos de obtener energía cada vez mas complejos, rascacielos que ya superan con creces los límites previstos por el constructor del primero, las modas que cuanto mas años menos ropa llevamos… Me refiero simple y llanamente al hecho de hablar de sexo.
¿Existe aún ese tabú? ¿Ese tema íntimo que no se puede ni mencionar el cómo se coloca un preservativo? ¿De verdad somos tan abiertos en ciertos temas como hacemos creer o es simplemente para sentirnos  ”modernos”?
En este aspecto hay un claro ejemplo a como los jóvenes de hoy, y en ocasiones cada vez más frecuentes los niños (triste pero sí, son ciertas modas absurdas que les hacen creer que así son más “adultos”); hablamos tranquilamente sobre sexo, sobre si lo hacemos, si no hemos mantenido relaciones sexuales, si usamos preservativo masculino o femenino, si somos del misionero o del perrito… pero, ¿siempre es así?
Hoy, hablando con una amiga me ha dicho que solo diría eso, que había follado pero que no iba a decir más. En el momento en el que yo le he comentado sobre lo que sentí yo me ha tachado prácticamente de “zorra”.
No lo he entendido y me ha dicho que simplemente ha sido porque hablo del tema sin problemas y no tengo dificultad en decir “polla”, “pene”, “vagina” y demás.
¿El hablar con soltura nos convierte automáticamente en “putones”?
Vale, hay que reconocer que ya hay gente que se pasa en detalles. Sí es cierto que hacer el amor es algo de dos (normalmente) y no se van a dar todos los detalles, pero… ¿es tan malo comentar lo que sientes? Igual que decimos que estamos enamorados, dolidos, tristes, eufóricos... ¿Por qué hay que omitir lo que sientes en un momento tan natural como ese?
                ¿Somos “putones” solo las chicas por hablar de sexo? Hay que destacar el modo en el que los chicos hablan de sexo sin problemas con sus amigos, no tienen dificultad en decir “sí, mantuve relaciones con tal…” (conste que no alabo al chulo de discoteca que se pasea bajo las faldas de media pista y alardea de ello, ni tampoco de aquel que cuando se acuesta con una chica, siga o no una relación con ella, airea todo lo que paso bajo las sábanas entre ellos y más…) No, yo destaco a aquellos grupos que pueden decir tranquilamente: 
 
  -  "¿Lo hicisteis?"
  -    "Sí"
 -    "¿y qué? ¿bien o mal? "    
-   "Muy bien, tío."

¡PUNTO! 

Decir más ya serían temas mayores y entrar en terreno resbaladizo, pues bien es cierto que hablo la libertad de expresión pero no de intimidades; ya que el sexo es cosa de dos y no cuentas sólo cosas tuyas, NO, también hay que tener en cuenta a la otra persona, cosa que a ciertas personas (tanto a chicos como a chicas) se les olvida.
¡Asique ya sabéis! Disfrutad, ¡claro!
¡Menos darle a la sin hueso para el cotilleo y más usarla donde se debe!
Eso sí, será nuestro secreto. 


lunes, 5 de septiembre de 2011

Amistades que siempre estarán ahí... o no.

¿Que nos pasa cuando nos enamoramos?
¿Es cierto que dejas de lado a tus amigos? ¿o solo son leyendas urbanas para meter miedo a las jóvenes?
En realidad, es inevitable el enamorarse, el querer pasar tiempo con la otra persona.
De pequeños estas "saliendo", o al menos "tonteando", con alguien de tu grupo de amigos. Día a día quedáis y nunca fue problema el veros. De todos modos, también era del grupo de los más íntimos asique ¿qué problema podría haber?
La cuestión surge cuando, siguiendo la ironía que le gusta crear al destino, nos enamoramos de alguien que su amistad más cercana a la tuya es aquel tipo que saludas por la calle y no te acuerdas ni de su nombre ni si estudia o trabaja... en resumen, una pareja sin amigos en común y con quien, parece ser, que hay que empezar desde cero...
Y llega el día, ese famoso día en el que vas a conocer a sus amigos...
Ves que no hay ninguna chica (seguramente sí salga alguna con ellos pero siempre tienen a ocultarnosla/s el primer día, al menos la mayoría de chicos)
Tras este momento hay dos fases por las que todas, absolutamente todas, pasamos:
1º. Alegrarnos porque "no hay ninguna zorra por medio" (que cuando descubres la verdad se transforma en "a esa tía la tengo que tener bien controladita") En fin, sí, somos así .
Y la segunda fase es pensar: "¿y yo de que coño hablo?" Hay dos opciones... callar y escuchar o participar si eres de las chicas que, como yo, saben de fútbol y son aficionadas de verdad (no solo saben los "los jugadores tó buenorros" que han llegado a la liga este año) pero, por desgracia, somos las mínimas...
Volviendo al tema de "sus amigos", en este punto solo queda esperar y ver como trascurre la reunión.
Si va bien rezas todo lo que sabes, (o lo que le oíste decir a alguien de carrerilla en aquella boda o demás evento al que no te quedó otra que ir por compromiso o porque tenias en algún momento que estrenar esa maravilla de conjunto), para que se empareje alguno y que además te caiga bien la susodicha (no, no somos exigentes, ¿verdad?)
Si en cambio va mal el quedar con sus amigo, sabes que es tiempo que no estaréis juntos o que, si lo quieres pasar, te tocará estirarte una sonrisa en la cara hasta que las mejillas te duelan, porque, ¿no serás de las que lo quieren solo para ellas, ¿verdad? ¿En serio eres tan sumamente egoísta?
Pues bien, dejando sus amistades ya aparcadas, tocan las tuyas y todo lo que eso implica: sacar temas de conversación en común, un sitio en el que todos estéis cómodos y vestirte mejor que cualquiera de tus amigas, ¡¡porque esa es otra!! tú eres la novia y como somos inseguras por naturaleza ese día nos sacamos defectos hasta en la campanilla...
¿La velada marcha bien? Perfecto, piensas que será estupendo porque saldréis los dos grupos juntos, (cosa que solo pasará como mucho dos veces y no tienes derecho a exigir más...estate contenta de que no se halla quedado todo en las presentaciones)
Si va mal, sabes que quedarás con tus amigos pero que no será igual porque querrás hablar de él y tocarás un poquito (bastante) los huevos.
Al final pasará lo que suele pasar; esa sensación de complicidad distinta a la amistad pero que te llena más (literalmente también hablando) es la que querrás experimentar todo el tiempo y, como cuando nos enamoramos nos volvemos de un empalagoso increíble, queremos que la velada sea de dos y ya, para seguir con el número, solo hay dos opciones: que todo siga igual, dedicándole uno o dos días a la semana a tus amigos; o que vaya mal con tu pareja, lo dejéis y acaben calmando tu llanto aquellos a los que habías dejado aparcados en un ladito de tu vida, los de siempre, ellos.